La sociedad actual reclama un tipo de educación capaz de formar a alumnos en un mundo cambiante. Debemos enseñar a niños y jóvenes a pensar y actuar en escenarios en continua evolución, con saberes que se hibridan y fusionan.
Además de adquirir conocimientos tienen que saber colaborar, trabajar en equipo, comunicar, solucionar problemas, desarrollar el espíritu crítico, la creatividad y la curiosidad, ser emprendedores, respetuosos con sus entorno…